Sonaba fuerte Continental, Brasil le iba ganando 1-0 a Uruguay en el Centenario. Iba por la ruta, sólo, claro. Justo cuando arranco después de pagar el primero de los tres peajes que me separan de Rosario, un poli me hace ir al costado de la ruta. Varios polis, conos naranjas, pedido de papeles y cosas que no tengo, o tengo mal, posterior amenaza con secuestro del automovil, más amenaza, más bluff; finalmente coima disimulada, ni siquiera tan disimulada, sonrisas y saludos cordiales. Lo de siempre.
Pero no .
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Cómo la va, muchacho?
Bien, bien
Hacia donde viaja ?
…. (?) Ehh…Rosario
Lo podría alcanzar a mi compañero hasta San Nicolás, que tuvo una emergencia?
Ehh, claro, si, por supuesto
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Se sube el agente bonaerense. Joven, con gafas negras y olor a limpio. Algo rechoncho y fuera de estado. Me mira y me dice que el presta servicio en Zarate, pero que en realidad es de San Nicolás, y que tiene que ir urgente, muy urgente, porque tenía un quilombito en la casa.
La mujer estaba por dejarlo.
Me preguntó cómo iba el partido, aunque le chupaba un huevo el fútbol. (Por no decir todo)
En los siguientes 180kms, Brasil metió tres goles más y le terminó ganando 4-0 a la celeste.
El, se la pasó intercambiando mensajitos de texto a razón de uno por minuto, casi cómo una adolescente cuando está despechada.
Casi cómo yo.

Cuesta a veces verle el lado humano a esas personas que te enseñaron a odiar de pequeño.
ReplyDeleteA los yutas, a los ratis, a esos enemigos del Indio Solari y del pueblo.
Es como ver a Menem llorando cuando se muere la madre de Bambi.
Tenes que filmar esa secuencia... es buenisima...
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